Lo que necesitas saber:
Gracias al PEPFAR se han salvado 25 millones de vidas, previniendo infecciones de VIH y controlando el sida en más de 55 países.
Desde la prohibición de píldoras para abortar, leyes que impiden el aborto en Florida o Carolina del Sur hasta enmiendas constitucionales para anularlo, el aborto en Estados Unidos es una lucha de poderes en su peor momento.
Esta guerra meramente política se está llevando muchas víctimas entre las patas. Entre ellas, el PEPFAR, un programa mundial en Estados Unidos que lucha contra el VIH/sida. ¿Qué pasará si desaparece?
¿Qué es el PEPFAR?
Desde 1981 —cuando se registraron los primeros casos de sida— hasta los últimos años, más de 40 millones de personas han perdido la vida a causa de esta enfermedad. La mortalidad infantil se triplicó y la esperanza de vida bajó en los países más empobrecidos.
Los altos costos del tratamiento contra el sida empezaron a jugar en contra de la humanidad. Fue entonces cuando la preocupación atacó al expresidente George W. Bush y unió fuerzas con el Congreso de Estados Unidos en busca de una alternativa.
¿El resultado? En el 2003 Estados Unidos firmó un compromiso enorme para combatir los estragos de esta enfermedad: el Plan Presidencial de Emergencia para Alivio del SIDA —PEPFAR, por sus siglas en inglés—. A través del PEPFAR, se han invertido más de 100 mil millones de dólares para luchar contra el VIH/sida a nivel mundial.
¿Y qué tiene que ver el aborto?
Actualmente, Estados Unidos atraviesa una intensa guerra política contra el aborto. Desde que la Corte Suprema anuló la sentencia Roe vs Wade, los conservadores traen de las greñas los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Este mes toca renovar el PEPFAR y el apoyo bipartidista necesario para lograrlo está pendiendo de un hilo. Todo porque Heritage Foundation, un reconocido grupo conservador, aseguró que Biden usaría el PEPFAR para promover el aborto.
La cosa se puso seria cuando Chris Smith, representante republicano de Nueva Jersey, metió su cuchara amenazadora. Este hombre dijo que no renovaría el PEPFAR, a menos que se prohibiera el uso de sus fondos para proporcionar servicios de aborto.
Por más que quisiéramos decirle a Smith que corra a ver si ya puso la gallina, es presidente del subcomité de Asuntos Exteriores de la mismísima Cámara de Representantes de Estados Unidos. O sea, tiene poder para retirar la financiación del PEPFAR.
¿Qué pasaría si el PEPFAR no se renueva?
John Nkengasong, director del PEPFAR, asegura que jamás se ha usado el dinero de la organización para financiar abortos, mucho menos por las leyes actuales en el país. De cumplirse la amenaza y, si el PEPFAR desapareciera, el VIH/sida encendería las alarmas en todo el mundo otra vez.
“Podrían perderse unos 20 millones de vidas en los próximos años. Los frágiles logros que hemos conseguido se perderán”.
– John Nkengasong, director del PEPFAR, para AP.
¿Un programa de semejante importancia debería depender de asuntos políticos? Antes del PEPFAR morían al menos 30 bebés e infantes al mes a causa del sida, esa tasa se redujo un 80 por ciento.
El PEPFAR también es una esperanza para las nuevas generaciones, quienes ya no ven al VIH/sida como una sentencia de muerte. Detener su operación sería cometer un “genocidio internacional”, dijo el director de un orfanato en África.
La decisión está en manos del Senado, de mayoría demócrata por el momento. Así que cualquier intento del Partido Republicano podría no tener éxito pero, ¿qué pasará cuando ya no sea así? El PEPFAR correría serio peligro.
¿Cuántas víctimas más arrastrará la ideología conservadora en Estados Unidos y el mundo?