Lo que necesitas saber:
El gobernador de California, Gavin Newsom, aprobó la ley AB-1013 en un intento de disminuir los casos de abuso sexual por consumo de bebidas adulteradas.
Salir a divertirte a un bar y disfrutar uno que otro trago con amistades suena bien, hasta que debes cuidar la bebida todo el tiempo… ¡o llevártela al baño contigo!
En California y el resto del mundo existen casos de personas drogadas con bebidas adulteradas. La mayoría son mujeres que terminan siendo víctimas de abuso sexual. ¿Qué está haciendo California al respecto?
¿De qué va la ley AB-1013 para detectar bebidas adulteradas?
La vida nocturna en California tiene mucho qué ofrecer, pero más peligros que le quitan toda la diversión. La ley AB-1013 exige que los bares y clubes nocturnos tengan a la venta u ofrezcan sin costo dispositivos de análisis de drogas para detectar bebidas que han sido adulteradas.
“Tenemos una crisis que está resultando en agresión sexual, dirigida principalmente a mujeres y miembros de las comunidades LGBTQ”.
-Josh Lowenthal, asambleísta demócrata en Long Beach, California.
Es decir, tiras reactivas, popotes, pegatinas y otros instrumentos que se usan para detectar la presencia de sustancias extrañas en cualquier bebida deberán estar disponibles en todos los bares y clubes nocturnos de California.
¿Conoces la “droga de la violación”?
Las bebidas adulteradas en los bares suelen tener reacción para la ketamina —altamente adictiva—, el GHB, el “roofie“, entre otras sustancias sintéticas igual o más peligrosas. ¡Ojo con esta última!
El “roofie” también es conocido como la “droga de la violación“, de acuerdo con el Centro de Información Toxicológica de Florida. Es un medicamento —Flunitrazepam— con fuerte efecto sedante y peligroso si se combina con alcohol, ya que puede causar dificultades respiratorias y la víctima podría caer en coma.
¿Cómo prevenir estos casos?
Para una noche de fiesta más segura en California es necesario cuidarse entre todas, desgraciadamente. No descuidar el vaso, prestar atención cuando preparen el trago y no recibir ninguna “cortesía” de extraños o personal del mismo bar.
Si detectas a alguien adulterando la bebida de otra persona, ¡no te calles! Avisa al gerente del bar o alerta a las autoridades. Y, por supuesto, a la víctima también. Una inocente noche de distracción puede terminar en toda una tragedia por una bebida adulterada.
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