Lo que necesitas saber:
México es uno de los países con más sismicidad del mundo, ya que lo atraviesa el cinturón de fuego del Pacífico, las placas Norteamericana, del Pacífico, Cocos, de Rivera, del Caribe y la falla de San Andrés, que llega hasta Estados Unidos.
ADVERTENCIA: Esta nota contiene imágenes, videos y sonidos de la alerta sísmica que pueden ser sensibles para algunas personas.
En México tiembla aproximadamente 80 veces al día, de acuerdo con un conteo realizado por un medio local, basándose en registros de la Universidad Nacional Autónoma de México —UNAM—.
Unos imperceptibles y otros no tanto, pero en cuanto llega septiembre se activa el modo miedo en el país vecino. ¡Y no es para menos! Tres terremotos han atormentado al país un 19 de septiembre: en 1985, el 2017 y en el 2022.
1985
A pesar de que los temblores son tan comunes en México, el terremoto de hace 38 años fue el más catastrófico. Era un jueves 19 de septiembre y mucha gente ya estaba trabajando, en la escuela o en camino a sus deberes.
A las 07:17:47 de la mañana un terremoto de 8.1 grados en escala de Richter, sacudió por dos minutos el centro, sur y occidente de México, especialmente la Ciudad de México —Distrito Federal, en ese entonces—.
Debido a la poca profundidad del movimiento telúrico —15km bajo la corteza terrestre— se derrumbaron hospitales, escuelas, casas, oficinas y emblemáticos hoteles. Fue la sociedad civil la encargada del rescate de personas, levantamiento de escombros y provisión de víveres a los afectados.
Algunas fuentes aseguran que la energía liberada por el terremoto fue equivalente a 114 bombas atómicas a 20 kilotones cada una. La que destruyó Hiroshima fue sólo una y a 16 kilotones, para que imaginen la monstruosidad.
Aunque las cifras no son exactas, calculan que 412 edificios quedaron destruidos, casi seis mil afectados, cien mil familias sin hogares y hubo más de 40 mil muertos, según el Sistema Sismológico Nacional. Tantos que hasta apilaron cuerpos en un antiguo estadio de béisbol.
Los aprendizajes del primer 19S
El 19 de septiembre de 1985 fue tan devastador porque en México no existía la cultura de la prevención. Después del terremoto, en 1986, se creó el Sistema Nacional de Protección Civil —Sinaproc—.
¿El propósito? Que las autoridades y la sociedad civil se coordinaran para proteger rápidamente a la población en caso de sismo o algún otro desastre natural. Ese mismo año se hizo oficial la Brigada de Rescate Topos Tlaltelolco A.C.
Los “Topos” son un grupo voluntario de ciudadanos que unieron fuerzas para salvar personas en derrumbes y escombros. Hoy son referente para prevenir emergencias en México. En 1986 también se creó el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano.
Sin embargo, fue hasta 1991 cuando empezó a operar. Se trata de una red de sensores distribuidos en el centro y la costa oeste del país que detecta el movimiento sísmico. Enseguida envía alertas a las zonas cercanas y así hay chance de evacuar para ponerse a salvo antes de que el temblor se sienta.
2017
El 7 de septiembre, casi a la medianoche, un terremoto en Chiapas de 8.2 grados en la escala de Richter, azotó al país. El susto apenas iba pasando cuando otro terremoto, esta vez en Puebla, reactivó el terror. Otra vez era 19 de septiembre y, otra vez, un terremoto zangoloteaba a México.
Sólo había pasado un par de horas del simulacro anual para conmemorar los 32 años del primer 19S y la alerta sísmica brilló por su ausencia en la capital, debido a la cercanía con el epicentro. Un terremoto de 7.1 en la escala de Richter golpeó el centro de México a la 13:14:40 de la tarde.
Más de 40 edificios se derrumbaron en la capital, ocasionando la muerte de 228 personas. El Colegio Enrique Rébsamen y el Multifamiliar Tlalpan 3000 registraron el mayor número de muertes. Unas decenas más se contaron en Puebla, el Estado de México, Guerrero y Oaxaca.
Una vez más, la empatía y hermandad de los mexicanos movió pesados escombros, rescató personas, alimentó a los desamparados y redimió vidas perdidas. Los binomios caninos de búsqueda fueron aplaudidos, pues perritos como Frida entraron a edificios colapsados, salvando 40 vidas.
Los daños alcanzaron edificios, escuelas, casas, autopistas, el aeropuerto y el Sistema de Transporte Colectivo Metro. El terremoto afectó la estructura elevada de la Línea 12. Sin embargo, las autoridades nunca atendieron el llamado civil y, cuatro años después, el Metro colapsó cargado de trabajadores que volvían a casa.
2022
¡No otra vez! Ante la incredulidad de la población mexicana, por tercera vez era 19 de septiembre y, por tercera vez, un terremoto intentaba convencer a los más escépticos. ¿Era el 19 de septiembre el día no-oficial del terremoto en México y no sabíamos?
A la 01:05:07 de la tarde volvió a sonar la alerta sísmica; no era un error, ni un segundo simulacro del 19S —que acababa de realizarse una hora antes—. Peor aún, tampoco era producto del estrés postraumático por escuchar tantas veces ese sonido un 19 de septiembre.
Un terremoto de 7.7 grados en la escala de Richter resucitó los recuerdos más escabrosos de los mexicanos. Esta vez hubo 5 fallecidos, 41 heridos en la capital, el epicentro en Michoacán, Jalisco, Colima y Nayarit, también activó una pequeña alerta de tsunami.
El tercer 19S dañó más de 70 escuelas, 21 edificios dañados, grietas en recintos históricos, en un mural de José Clemente Orozco y algunas estaciones del Metro se quedaron sin servicio.
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¿Maldición o mera coincidencia?
Estamos a sólo unas horas de que el calendario marque otra vez el 19 de septiembre. Es imposible que los nervios, la tristeza y el miedo no se coman viva a la población mexa. Pero es posible que tiemble otra vez… y no porque sea “septiemble”.
¿Qué probabilidades hay de otro sismo en el mismo día? De acuerdo con la UNAM, la probabilidad es diminuta: 0.000000005% de que otro sismo ocurra este 19 de septiembre.
Sin embargo, puede temblar mañana, pasado mañana y cualquier día porque, en México, es temporada de sismos 24/7. La UNAM aclaró que es normal pensar que en septiembre tiembla más, debido a los desastres que recordamos.
Pero no hay evidencia científica que compruebe que los temblores y terremotos tienen un mes favorito. ¡OJO! Los sismos tampoco se pueden predecir, así que no caigas en la histeria colectiva.
¡Prepárate!
En lugar de estar contando los días, lo mejor que podemos hacer es prepararnos en caso de sismo. Primero identifica las zonas más peligrosas en casa. También puedes consultar la explicación de un ingeniero sobre cómo se mueven las casas durante un temblor.
¿En tu oficina, escuela o casa hay una persona con alguna discapacidad? Así puedes ayudarla si ocurre un sismo. Y lo más importante, prepara un kit/mochila de emergencia. ¡Lo mejor es prevenir!