Donald Trump anunció que todos los documentos firmados con “autopen” durante el gobierno de Joe Biden —incluyendo órdenes ejecutivas, memorandos y posibles indultos— quedan sin efecto. El mensaje lo hizo público en Truth Social, retomando una acusación que ya había planteado durante la campaña presidencial: que Biden dependía del dispositivo para firmar documentos oficiales sin revisar su contenido.
La decisión abre un debate sobre la legalidad, el precedente histórico y el posible impacto en cientos de trámites y decisiones tomadas entre 2021 y 2025.
¿Qué dijo exactamente Trump?
En su publicación, Trump afirmó que:
“Todos los documentos, proclamaciones, órdenes ejecutivas, memos o contratos firmados por orden del ahora infame y no autorizado ‘AUTOPEN’ dentro de la administración de Joseph R. Biden Jr., quedan nulos, sin valor y sin efecto”.
El presidente también aseguró que Biden desconocía el contenido de muchos documentos firmados con autopen, señalando que durante su administración se usó “sin autorización expresa”.
Hasta ahora, no hay evidencia pública que respalde esas afirmaciones.

¿Qué es realmente un “autopen”?
Aunque suena a tecnología experimental, el autopen existe desde hace décadas.
Se trata de una máquina del tamaño de una impresora que imita la firma de una persona con tinta real mediante un brazo mecánico. No es un sello; es un dispositivo autorizado desde hace más de 60 años y utilizado por:
- universidades
- agencias federales
- oficinas gubernamentales
- incluso la Casa Blanca en distintas administraciones
NPR cita a la empresa Autopen Company, fabricante del dispositivo, confirmando que su uso es común y aceptado para agilizar grandes volúmenes de documentos.
¿Por qué el tema se hizo político?
Durante la campaña de 2024, la narrativa de que Biden dependía del autopen fue impulsada con fuerza por la Fundación Heritage, un grupo conservador que desempeñó un papel importante en la difusión de acusaciones virales contra su administración.
Las firmas automáticas no son nuevas: otros presidentes también las han usado para documentos no sensibles. La diferencia ahora es que Trump busca anular cualquier acción firmada mediante el dispositivo, un movimiento sin precedentes.
¿Puede un presidente anular documentos solo por haber sido firmados con autopen?
Aquí es donde entran los matices legales:
- El autopen sí está autorizado para uso presidencial desde 2005.
- No existe precedente legal que invalide documentos firmados con él.
- Anular retroactivamente decisiones presidenciales por su método de firma podría enfrentar desafíos en tribunales.
- Algunas decisiones afectadas podrían incluir indultos, conmutaciones, memorandos internos y órdenes ejecutivas.
Sin embargo, la Casa Blanca y el Departamento de Justicia no han emitido una respuesta formal. Lo que sí es claro es que el anuncio abre la puerta a disputas legales que podrían tardar meses o años en resolverse.
¿Qué acciones podrían verse afectadas?
No hay una lista pública de documentos firmados con autopen durante el gobierno de Biden. Tampoco está claro cuántos indultos o acciones ejecutivas se verían comprometidos.
La declaración de Trump establece que cualquier documento firmado con autopen está bajo escrutinio, pero no especifica un proceso de revisión ni un mecanismo para determinar qué queda anulado y qué no.
El contexto: un tema administrativo convertido en batalla política
El uso del autopen, antes un procedimiento administrativo eficiente, ahora es parte de la agenda política. La interpretación de Trump sugiere que cualquier documento firmado sin su firma manual carece de validez, una postura que podría modificar décadas de práctica institucional.
NPR subraya que no existe evidencia de que Biden no supiera qué documentos se firmaban con autopen, como afirma Trump. La controversia se perfila como uno de los muchos frentes legales y administrativos que marcarán los primeros meses de su administración.

