Recuperó el olfato tras dos años de secuelas por COVID-19: así fue como Jennifer Henderson, de Ohio, Estados Unidos, se convirtió en noticia. La mujer contrajo la enfermedad al principio de la pandemia y desde entonces enfrenta los daños que el virus generó en su organismo.
Henderson disfrutaba de un privilegiado sentido del gusto y del olfato antes de la pandemia. Utilizaba estas habilidades para probar platos en los restaurantes de su esposo, pero su vida cambió -como a muchos de quienes leemos esto- cuando se contagió de COVID-19 y perdió ambos sentidos.
La Clínica Cleveland indicó que ambos sentidos regresaron hasta cierto punto, pero estaban severamente alterados. Los plátanos sabían metálicos y el ajo como gasolina, además de que no podía oler sus perfumes, la colonia de Steve o las flores que disfrutaba cultivar en su jardín.
La mujer buscó ayuda en la clínica para recuperar sus sentidos y los especialistas aplicaron un bloqueo del ganglio estrellado (SGB) para tratar su condición. Este procedimiento se realiza mediante inyecciones de medicamento anestésico local en el ganglio estrellado, un haz de nervios del sistema nervioso ubicado a ambos lados del cuello -para tener contexto-.
En el momento en el que recuperó el olfato se volvió viral en las redes sociales. Un funcionario de la clínica le acercó un café, cuyo aroma característico pondría a prueba los sentidos de la mujer. Inmediatamente, acercó su nariz al vaso y no podía creer que estaba percibiendo el delicioso aroma. “Puedo olerlo, puedo oler”, dijo la mujer entre lágrimas.
El resultado positivo se dio a la primera aplicación del tratamiento. A pesar de ello, Henderson sigue al pie de la letra las recomendaciones médicas para lograr recuperar su olfato al 100% después del COVID-19.
La pérdida del olfato es uno de los síntomas más comunes del COVID-19 y puede presentarse durante la primera semana de la enfermedad. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el 89% de las personas recupera el olfato en un tiempo máximo de cuatro semanas. Sin embargo, el resto de las personas pueden presentar pérdida permanente del sentido del olfato, como fue el caso de Henderson.
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La conmovedora reacción de Henderson al recuperar su sentido del olfato es una muestra de la importancia de la salud y la calidad de vida. Además, su caso es un ejemplo para quienes todavía padecen las secuelas de COVID-19 y buscan alternativas para recuperar sus habilidades.
