Lo que necesitas saber:
Los productos de gestión menstrual ya se consideran esenciales y no "artículos de lujo", gracias a la nueva legislación.
Este mes entraron en vigor nuevas leyes en Texas que causaron polémica. Al ambiente tenso se suma la prohibición parcial del aborto en el estado, que sigue alterando los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Sin embargo, no todo está perdido para nosotras. Así como Texas quita también da buenas noticias: El “tampon tax” ya es cosa del pasado.
¿Qué es el “tampon tax”?
¿Han oído hablar del “pink tax” o “impuesto rosa”? Es un costo extra que se agrega a rastrillos, shampoos o desodorantes sólo por ser “para mujeres“. Aunque funcionan igual que sus equivalentes “para hombres”, pero son rosas. Ya saben, el “color de las mujeres”.
Dejando de lado el hecho de que el marketing es experto en ponerle género a los artículos, el “tampon tax” o “period tax” es un impuesto estatal que aumenta un 6.25% el costo de los productos para gestionar la menstruación.
De por si los tampones y toallas sanitarias no son nada baratas, en Texas se consideraban “artículos de lujo”, así que les caía el impuestazo. Saquen la calculadora: precios elevados más el “tampon tax” igual a pobreza menstrual.
Pobreza menstrual en Texas
De acuerdo con Alliance for Period Supplies, una de cada cuatro adolescentes en Estados Unidos ha faltado a clases ante la falta de ingresos para comprar productos de gestión menstrual. Esta tragedia se conoce como pobreza menstrual.
Ese mismo estudio reveló que una de cada seis mujeres y adolescentes en Texas, de entre 12 y 44 años de edad, vive por debajo el umbral de pobreza federal. Todo se pone peor si consideramos la brecha de género laboral y económica.
Hablamos de que los puestos más redituables en las empresas son, en su mayoría, ocupados por hombres. Además, hay casos donde las mujeres ganan menos que los hombres aunque estén en el mismo puesto.
La pobreza menstrual provoca que cientos de mujeres falten al trabajo, la escuela y la vida diaria, perdiéndose oportunidades para prosperar sólo porque no pueden cubrir una necesidad básica como gestionar la menstruación.
¿Quieren más? Algunas mujeres sufren fuertes dolores al menstruar, ya sea por padecimientos como la endometriosis, síndrome de ovario poliquístico, entre otros. Eso significa que necesitan medicamentos y consultas ginecológicas: unos ceros más se suman a la cuenta.
Texas se despide del “period tax”
Después de los datos devastadores hay buenas noticias: Texas eliminó el “period tax” gracias a un proyecto de ley bipartidista. Así, se convirtió en el estado número 25 en hacerlo.
Tampones, toallas sanitarias, copas, discos y esponjas menstruales ya no tienen “tampon tax“. Tampoco los pañales para adultos o bebés, ni las toallitas húmedas, productos de extracción de leche materna, biberones o ropa de maternidad.
Menstruar no es un “lujo” y Texas se dio cuenta. Esperamos que Arizona, Carolina del Sur, Dakota del Norte y Sur y, otros estados que no han logrado aprobar legislaciones, pronto se olviden del “tampon tax“.