Lo que necesitas saber:

La mayoría de las y los vendedores ambulantes son migrantes que se encuentran en Estados Unidos de forma irregular. En este sentido, denunciar un delito es más complicado para ellos.

Las autoridades advirtieron que las y los vendedores ambulantes de Los Ángeles se han convertido en un blanco constante de los criminales, quienes aprovechan su condición vulnerable para agredirlos y robarlos de forma impune.

De acuerdo con cifras oficiales, desde enero hasta agosto de 2023 se reportaron más de 200 ataques a vendedores ambulantes ubicados en Los Ángeles. Un sector de la población que acusa estar desprotegido y olvidado por el gobierno.

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Un vendedor ambulante prepara tacos en el sur de Los Ángeles | Foto: Francine Orr / Los Ángeles Times

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Los vendedores ambulantes prefieren operar desde las sombras

Cabe señalar que los food trucks —que tampoco se salvan de los ataques— están obligados a tener licencias municipales y permisos del condado para poder operar. Sin embargo, aquellas personas que cuentan con puestos improvisados operan clandestinamente y en este sentido, son menos propensos a denunciar cualquier delito.

De acuerdo con el Departamento de Policía de Los Ángeles, la mayoría de los robos y agresiones contra vendedores ambulantes parecen estar relacionados entre sí. No obstante, la condición irregular de algunos establecimientos impide que continúen las investigaciones y que por ende, los delincuentes sigan libres.

Incluso aquellos vendedores ambulantes que aseguran tener todos los permisos, platicaron con Los Ángeles Times de forma anónima bajo el argumento de “no querer llamar la atención”.

Medidas de seguridad por cuenta propia

Ante la nula respuesta de las autoridades y el temor a perder su fuente de ingresos. Decenas de vendedores ambulantes comenzaron a tomar acciones por cuenta propia.

Con el fin de evitar ataques armados, algunos establecimientos implementaron medidas como los cobros sin efectivo o los sistemas de cámaras de seguridad que si bien ayudan un poco, no eliminan el problema ni los mantienen a salvo.

Es aquí donde entran las figuras de Alex Enamorado y Fernando González, dos activistas quienes vestidos con chalecos antibalas patrullan East 103rd Street para mantener a salvo a las y los vendedores ambulantes.

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Alex Enamorado platica con un vendedor ambulante de Los Ángeles | Foto: Francine Orr / Los Ángeles Times

Los dos hombres han logrado frustrar varios robos. Por si fuera poco, también ayudan a las víctimas en su proceso de denuncia ante el LAPD.

Un sector de la población que ha sido atacado desde siempre

Por último, debes saber que aunque hoy vemos una escalada en cuanto a los ataques y robos armados, lo cierto es que los vendedores ambulantes —en su mayoría personas migrantes— siempre han sido blanco de la delincuencia.

En 2009 el grupo de grafiteros Fearless Kings asaltó a mano armada al menos 22 puestos de tacos en el este de Los Ángeles. En aquel entonces las autoridades señalaron que los vendedores eran “objetivos fáciles” ya que los delincuentes sabían que muchos eran ciudadanos mexicanos.

“Algunos están aquí ilegalmente y prefieren no denunciar el robo por miedo a ser deportados” advirtió la policía sobre esta problemática que sigue sin resolverse.

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