Lo que necesitas saber:
De acuerdo con Influence Center, la mayoría de los menores recibe su primer celular a los 10 años de edad y le entra a las redes sociales a los 11, aún cuando sus conexiones cerebrales no se han desarrollado completamente.
En plena época de la generación hiperconectada los celulares inteligentes se han convertido en los ojos, boca y cerebro de miles de personas. Tal como una nueva extensión del cuerpo humano, pasa por cada rincón de la casa, ¡hasta por el baño!
La escuela no es la excepción. Una notificación nueva y, en cuestión de segundos, los estudiantes perdieron el hilo de la clase. El distrito escolar de Alabama se puso las pilas y ahora los salones de clases son libres de celulares.
Yondr: El arma secreta contra los celulares en Alabama
Chatear, tuitear y scrollear era el pan de cada día en las aulas de Alabama, incluso durante clases. Decenas de profesores frustrados, alumnos con bajo rendimiento académico y miles de ‘rings’ después, encontraron la solución.
En Alabama, los estudiantes de secundaria y preparatoria llegan a la escuela y lo primerito que hacen es depositar sus celulares en una bolsita de lona que, una vez sellada, ya no se puede abrir hasta la hora de la salida.
Yondr es la marca responsable de este invento. Este año el uso de estas bolsitas en las escuelas creció 150 por ciento en todo el país. ¿Los resultados? Estudiantes presentes, con mayor compromiso y participación, mejores calificaciones y clases más enriquecedoras.
Los alumnos conservan sus celulares en todo momento, pero deben usar un imán especial para abrir la bolsa. ¡Aunque nunca subestimen el ingenio! Algunos maestros reportan bolsitas que sólo contienen las fundas de los celulares.
Estudiantes “secuestrados por las pantallas”
Oxford Learning calcula que los estudiantes revisan sus celulares en las aulas, al menos, 11 veces al día. En total, usan el 20 por ciento del tiempo en clase navegando en internet, redes sociales y texteando.
Las consecuencias, además de las obvias distracciones, incluyen el aumento de ciberacoso, trampas en los exámenes y aislamiento por la escasa convivencia real. Carolina Pérez, maestra en Educación por la Universidad de Harvard, advierte:
“Un niño con un smartphone en la mochila está pensando solo en encontrar el momento para usarlo y eso le prohíbe a su cerebro poner atención y relacionarse bien con los demás”.
Carolina Pérez, autora de Secuestrados por las Pantallas.
¡El tiempo corre! La especialista dice que la adicción a los celulares se puede corregir, siempre que sea antes de los 12 años de edad. Después de ese tiempo se necesitarán psicólogos e, incluso psiquiatras para revertir los efectos del uso desmedido de celulares a temprana edad.