Lo que necesitas saber:
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades —CDC, por sus siglas en inglés—, Estados Unidos atraviesa una epidemia de sífilis congénita, con el nivel más alto en 30 años.
La crisis de infecciones de transmisión sexual (ITS) en Estados Unidos no da tregua. Los datos de los CDC muestran que, entre el 2020 y 2021, hubo más de 2.5 millones de casos nuevos de gonorrea, clamidia y sífilis.
Mientras en algunos estados se complica la distribución gratuita de métodos de barrera, es evidente de qué pie cojea la salud pública en Estados Unidos. ¿Dónde está la atención a las ITS y a las mujeres embarazadas?
Se disparan los casos de bebés nacidos con sífilis en Estados Unidos
Primero lo primero: la sífilis congénita es cuando la madre transmite dicha infección al feto durante el embarazo. De acuerdo con un informe publicado por los CDC, hubo un aumento de 755% en los casos de bebés nacidos con sífilis, sólo contando las incidencias del 2012 al 2021.
Eso en números claros significa que; en el 2012 se registraron 335 casos de sífilis congénita. En contraste con el 2022, con dos mil 865 casos nuevos. ¿Qué está fallando en el sistema?
Si bien no existe una cultura de prevención y detección de ITS entre la población sexualmente activa, tampoco hay mucha inversión en políticas que nos echen una manita. De ahí el incremento de 676% en las tasas de sífilis primaria y secundaria en mujeres del 2012 al 2021.
¿Cuál es el peligro de la sífilis congénita?
Además de la aparición de llagas en genitales o la boca y hasta daños en el cerebro o corazón que puede sufrir la madre, la sífilis congénita puede provocar la muerte del feto. A los riesgos se suma aborto espontáneo y muerte neonatal.
Según los CDC, los bebés nacidos con sífilis que no reciben tratamiento pueden desarrollar sordera, ceguera, retraso psicomotriz o anomalías esqueléticas. ¿La mejor forma de prevenirlo? Atención prenatal y pruebas de ITS constantes incluso, durante el primer periodo gestacional.
¿Detectar a tiempo la sífilis congénita hace alguna diferencia? Tanto en bebés como en personas sexualmente activas se ha demostrado que la detección temprana y el adecuado tratamiento reduce la tasa de morbilidad.
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Pero no todo juega a nuestro favor; empezando con la escasez de penicilina G benzatínica que registran los CDC, el principal auxiliar en casos de bebés nacidos con sífilis.
Si sumamos el reducido acceso a citas de cuidado prenatal, falta de recursos económicos para atender los casos, más los obstáculos que enfrentan las mujeres embarazadas para mantenerse sanas —desempleo, presupuestos reducidos, sin red de apoyo, etcétera—, la cosa se pone peor.
Es mejor prevenir…
Algunas infecciones de transmisión sexual suelen ser asintomáticas —como el VPH, que también puede afectar un embarazo— y, al detectarlas, ya es demasiado tarde para actuar. Para evitar casos de sífilis congénita hay diferentes opciones.
Organizaciones como Planned Parenthood ofrecen servicios de atención médica. También existen las clínicas de planificación familiar con servicios de salud reproductiva a bajo costo. Los centros de salud son otra opción para la prevención de sífilis congénita.
Si eres una persona sexualmente activa y responsable, no importa tu orientación sexual o género, las pruebas de detección de ITS no deben faltar en tu check-up rutinario de salud.