Lo que necesitas saber:
Los precios de los alimentos que forman la canasta básica estadounidense se encarecieron desde la pandemia por COVID-19 en un 23 por ciento.
Tener carne en la mesa pasó de ser un tema habitual a un lujo entre algunas familias estadounidenses que comenzaron a cambiar sus hábitos alimenticios debido a los altos precios en los supermercados.
El alto costo de la canasta básica no sólo ha modificado el menú de las y los estadounidenses sino que también ha hecho que las visitas al súper sean más planificadas de acuerdo con las temporadas de ofertas.
La canasta básica se encareció desde la pandemia
De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales, los precios de los alimentos que forman la canasta básica estadounidense se encarecieron desde la pandemia por COVID-19 en un 23 por ciento.
Esta situación se volvió insostenible para las y los estadounidenses aún con el aumento del 4.3 por ciento al salario mínimo que se registró desde julio pasado. En este sentido, las personas afectadas —osea casi el 70 por ciento de la población— dejaron de un lado proteínas como la carne roja para comprar más verduras o carnes blancas.
Sumado a esto, las y los consumidores ahora optan por calendarizar sus visitas al supermercado de acuerdo a las promociones y ofertas que puedan encontrar para así ahorrarse una lanita extra.
“Tenemos que ver qué día nos conviene para comprar”, señaló Hazel Gómez, un ama de casa que fue entrevistada por la cadena Voz América.
Esto recomiendan las y los expertos
Para evitar que los gastos de alimentación se dupliquen, expertos en el tema recomendaron almacenar comida no perecedera además de comprar alimentos de acuerdo a la temporada.
Y es que no es lo mismo comprar mandarinas en junio cuando están carísimas que en estas fechas cuando salen muy baratas…
Cuéntanos: ¿Cuánto gastas al mes en el súper?